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El gato del 11A

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Nunca voy a olvidar el día que Gary llegó a casa, a mi vida. Él apareció en un momento crucial, en donde yo iniciaba una nueva etapa, me había mudado a un nuevo departamento (el 11A) y comenzaba una historia de momentos lindos y no tan lindos, que todavía se está escribiendo. Nos conocimos en una noche de noviembre del 2021. Tenía apenas un mes de vida y su cabecita parecía ser lo único que resaltaba de su diminuto cuerpecito. Desde el primer instante en el que lo vi quedé absolutamente flechada con esa cara redondita y esos ojitos azules que ahora son verdes. Lo cierto es que quedé aún más enamorada por lo simpático que era, esa cosita gris y encantadora a simple vista, en realidad era un monstruo al que yo comenzaría a amar con locura. Gary, un gato con complejo de perro que terminaría destrozando el sofá a mordidas y me dejaría cicatrices de tantos arañazos. El “Capitán Tormenta”, el gato que me conquistó para siempre.  La historia se vuelve aún más interesante, porque después d...

Noches frías

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Noches frías de Asunción, de esas pocas que tenemos en Paraguay durante el invierno, efímero y fugaz.  Noches frías, que me regalan una brisa tan fresca Noches frías, acogedoras, tenues y silenciosas Noches frías que me recuerdan a otras noches frías, en la oscuridad que tanto me gusta, en las tinieblas Noches frías que me acompañan Noches frías que me guardan Noches frías de mate, de algún cuento de Cortázar, de neblina Noches frías que me hacen volver a aquella noche fría… En donde permanece tu recuerdo.
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  "Una noche en la Recoleta" - fragmento.    La noche siempre ha sido el escenario perfecto para los más atroces y espantosos sucesos. Quizá porque la luz del día no es el aliado más propio de aquellos que no cobran vida en el mundo material, los que no son tan evidentes para todos los mortales, debido a que el manifiesto de sus almas sólo podría germinar en quienes puedan ver más allá, hacia aquello que no permite descripción. Sostengo que hay cosas que no merecen explicación, pues la capacidad del entendimiento es muy reducida para equiparar semejante infinitud de misterio que aborda el universo. Fue en una de esas noches en las que el silencio inundaba a través de la calma, y en la plenitud de la misma se originaban los pensamientos más sombríos y blasfemos. Debo mencionar, que no me cohibiré en tratar de describir en este relato cada mínimo detalle de lo acontecido, pues, aunque el recuerdo más putrefacto y las imágenes más grotescas aún me seguirán perturbando, e...

Relatos del abismo.

"De haber sabido que el señor Fosrter nunca llegaría, no hubiera salido de mi morada, en donde solía estar acompañado de una tenue soledad, entre libros y discos de vinilos con los que compartía la intimidad de una conexión especial, acogido por la calidez de sus vibraciones y atrapado por el éxtasis de sus texturas. El ritual que me transportaba a un maravilloso universo sonoro, sublime e indescriptible en el que anhelo algún día regresar." Fragmento extraído de mi cuento titulado: "Relatos del abismo" ©Todos los derechos reservados. 

Relatos del abismo.

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"En una tarde otoñal de Asunción, frente al imponente pero casi  olvidado edifico Staudt.  Estaba un poco agotado de tanto caminar aquel  día. Pero preferí permanecer parado antes que sentarme entre los  escombros que se caían a pedazos. Ese era el punto de encuentro fijado,  como todas las veces, a la misma hora y en la misma posición. Los  domingos eran los únicos días a los cuales accedí a fijar como días de  reunión, las calles acostumbraban a estar desoladas. La muchedumbre  brillaba por su ausencia y se podía apreciar cierta paz después algunos  días de caos. Siempre fui de aquellos que aman la sombría quietud y el  silencio, lo que no sabía yo, era que aquel anochecer silencioso se  convertiría en un estruendo abrumador combinado de espanto." Fragmento inicial de algún cuento que escribí. "Relatos del abismo".

Shadow.

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Después de todo... El ser humano en su vana existencia, sumergido en las sombras, la oscuridad abraza su alma. La soledad, la angustia, el miedo. ¿ De dónde surge? De él mismo, de su sombra, su reflejo. Esos reflejos que nos engañan en un mundo de incertidumbre. Confusión, ahogados en la nostalgia de un pasado que nos somete a un presente abrumador, obsesionados a un mañana que no existe, más que en la propia esperanza hacia un futuro incierto. Principio del caos, la locura, todo lo que nos arrastra a través del miedo, hacia nuestro propio ser. Después de todo... ¿ Hacia dónde vamos? ¿Qué hay después de ese largo camino que hemos recorrido?

Un viaje en el tiempo, recuerdos llevaderos.

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Tal vez aquel instante, tan oscuro, encono y umbrátil se había conjugado con la esperanza, adornada con un cúmulo de recuerdos llevaderos, precisos e intactos. Recuerdos que nunca se podrían borrar, dolor, oscuridad y angustia, una combinación perfecta de lo que reflejaba aquel sentimiento.